Modos de oír

Entrevista con Damon Krukowski

Marco Patiño
9 min readJul 23, 2020

Especie de homenaje y continuación lógica a Modos de ver, el libro seminal de John Berger, el músico y escritor Damon Krukowski publica Ways of Hearing editado por MIT Press, una traducción gráfica a una serie de podcasts iniciada en 2017.

Damon Krukowski sabe que vivimos un momento único en la historia del sonido. Y su práctica como músico, escritor y crítico lo colocan en un lugar privilegiado para dar cuenta de sus transformaciones. Su historia como músico se reconoce con amplitud en los terrenos del indie norteamericano, como baterista del influyente trío de culto Galaxie 500, con quienes publicó los álbumes Today (1988), On Fire (1990), y This is Our Music (1990), además de un disco en vivo y otro de rarezas. Pero su papel como escritor ya podía intuirse con la creación en 1991 de la editorial independiente Exact Change, que fundó con su pareja Naomi Yang, justo cuando terminó la corta pero contundente carrera de Galaxie 500. Juntos han creado otros proyectos como la disquera independiente 20.20.20 y el dueto folk Damon & Naomi, con quien ha publicado diez álbumes. Recientemente la MIT Press editó el libro Ways of Hearing, originalmente una serie de podcasts del mismo nombre, iniciada en 2017. Con una interesante traducción gráfica, el libro aborda la relación entre el sonido análogo y el digital y la manera en que esa relación repercute en temas como el tiempo, el espacio, el amor, el dinero, el poder y el ruido. Días antes de iniciar su gira de promoción por Europa, Krukowski platicó con La Tempestad desde Cambridge, Massachusetts.

Supe de Galaxie 500 gracias a las listas de suscripción en los comienzos de internet. Pedí la caja editada por Rykodisc a una tienda de discos tan pequeña que ni siquiera contaba con material físico, solo recibía pedidos por catálogo. Meses después llegó el paquete. La espera valió la pena completamente.

Me encanta esta historia, comunica mucho sobre los rituales que creamos alrededor del acceso a la información y que hemos perdido en el mundo online. ¿Y qué nos queda? ¡Solamente la información que buscamos! Que es menor, paradójicamente, que toda la información que obtenemos en el camino; todo el viaje de la información, no exclusivamente la llegada.

¿Me puedes compartir alguna historia que tenga que ver con algún disco que hayas comprado?

Creo que cada disco tiene su propia historia. Me gusta buscar y encontrar cosas al azar, así que puedes encontrarme haciendo eso cuando viajo o incluso en casa cuando tengo la oportunidad. Ayer me detuve en una tienda de viejo por mi casa, una tienda de caridad donde la gente dona objetos para reventa. Encontré ahí algunos discos con maravillosas portadas diseñadas por Josef Albers, de la Bauhaus. Son diseños de portadas en blanco y negro para una serie de álbumes de percusión de finales de los años cincuenta. Me costaron menos de un dólar. Vi a un joven que compraba todos los discos de Frank Sinatra y al preguntarle sus motivos me respondió que le gustaba comprar discos baratos, y los que no le gustaban los regalaba a algún amigo. Esa casualidad, escuchar lo que sea que alguien haya donado en la tienda para descubrir a qué suena, se asemeja a lo que André Breton y los surrealistas hacían en las tiendas de usado en el París de hace cien años. Disfrutar del azar y de la experiencia que te ofrece.

¿Crees que la nostalgia es lo que mantendrá viva la tradición de escuchar discos en formato de vinil?

Para mi la nostalgia no es tan atractiva: contiene muchas connotaciones de conservar lo viejo, de resistir al cambio. Es un fundamento tambaleante para cualquier tipo de comunidad dinámica. Me gustan las cosas viejas, me gusta la historia, pero no puedes separarlas de lo que significan en nuestro presente. Los libros contrastan con los discos de vinil de manera interesante: los libros son parte de nuestro presente aún mientras que los discos son parte de un revival, que es una manera de depositarlos en el pasado.

Uno de los atractivos de la radio tradicional es la oportunidad de encontrar una canción serendípicamente. En el mundo digital todo luce perfectamente planeado. Es como el turista que es llevado por un guía a los lugares típicos para tomarse la foto del recuerdo, a diferencia del que viaja sin mapa y puede perderse y encontrar nuevos sitios más interesantes.

Asombrarnos, sorprendernos parece ser lo último que les interesa a nuestras plataformas digitales. Todos apuestan por la predictibilidad. Amazon quiere anticiparse a lo que deseas, para vender más de lo mismo; Spotify, Netflix, todas las plataformas siguen la misma lógica. Lo que sea que te gustó previamente es la base de lo que te gustará en un futuro. Pero, ¿qué pasa si ya no te gusta lo que te gustaba?, ¿dónde queda la oportunidad de que se rompa ese flujo, de cambiar las ideas, de arriesgarse por completo hacia algo nuevo? John Cage decía que no quería aburrirse con su propia música, así que buscó una manera de componer que no fuera el simple reflejo de su propio ego y de ideas existentes. Usaba al azar para liberarse de ello, para dirigirse hacia los caminos de lo indeterminado, la sorpresa y el deleite. ¿Has visto su expresión mientras escuchaba? Era un hombre repleto de curiosidad y asombro por las sorpresas del mundo que lo rodeaba. No creo que Internet en sí mismo evite eso, por el contrario, abre las puertas a un mundo masivo y caótico de información que puede sorprendernos, que puede cambiar nuestras ideas. Pero las corporaciones que monopolizan nuestro uso de ese entorno están esforzándose para eliminar el aspecto azaroso y restringir nuestro acceso a cualquier cosa que no sea lo que ya hemos experimentado, lo que ya conocemos.

¿Cómo crees que las herramientas digitales afecten la manera de crear música y la manera de consumirla?

Es posible crear arte con cualquier herramienta. Para dar otro ejemplo de alguien joven, Proto, el nuevo álbum de Holly Herndon, es admirable: un trabajo realizado con herramientas digitales e inteligencia artificial. Pero estas mismas herramientas pueden ser usadas de manera muy perezosa; creo que esa pereza invita al control corporativo que vemos en las redes sociales, en casi toda la vida online. Piensa en las horribles bocinas digitales que se están popularizando, a las que pides que toquen música y la escogen por ti. Por supuesto que no son las bocinas quienes deciden, es Google, Amazon o quien sea que te haya vendido el servicio. Los estudios de música digital pueden caer en la misma trampa al ceder la posibilidad de elección al software, un menú de opciones con sonidos creados por algún ingeniero que trabaja en ProTools u otra compañía. No son las herramientas digitales, es nuestra aceptación pasiva y nuestra incompetencia para usarlas de un buen modo. Eso es lo que me preocupa.

Al escuchar el podcast Ways of Hearing y después leer el libro homónimo se disfrutan como dos experiencias únicas a pesar de tener el mismo contenido. ¿Cómo decidiste convertir el podcast en libro?

Desde el comienzo del proyecto tenía en mente Modos de ver (1972), de John Berger, proyecto que comenzó como una serie televisiva y posteriormente se convirtió en un libro. Lo que me resultaba interesante es que la mayoría de la gente que conozco descubrieron el trabajo de Berger a través del libro, no el programa de televisión que, por cierto, era imposible de encontrar por muchos años hasta que apareció recientemente en YouTube. Cuando Berger hizo ese programa en 1971 para la BBC, la televisión era el medio dominante, uno que no podías ignorar, el que usaba la tecnología más reciente y, aún así, esa versión de su trabajo desapareció apenas unos años después de su transmisión. El libro fue el medio principal de transmisión de sus ideas. Los libros son duraderos, eficientes, grandes contenedores de ideas. No desaparecen, han sobrevivido a todas las invenciones del siglo XX y creo que también lo sobrevivirán la era digital. Así que quería hacer un libro de la serie, y entonces encontré a James Goggin, un gran diseñador gráfico a quien le gusta tanto el diseño editorial de Modos de ver como a mí el contenido. James propuso una gran idea: empezamos con los textos desde la portada y la segunda de forros. James dice que siempre quiso dar ese paso y la casa editorial, MIT Press, apoyó la idea de romper la forma tradicional de un libro, al hacer que el audio “hablara” en cada página.

En tu libro, la historia donde visitas a John Cage es estupenda. Si pudieras hacer un viaje en el tiempo para conocer alguna personalidad, ¿con quién te gustaría encontrarte?

Tengo muchos héroes del pasado. Nuestra editorial Exact Change está dedicada a la vanguardia histórica, como a veces se conoce a los trabajos de finales del siglo XIX y la mayor parte del XX. Pero también disfruto conocer a músicos jóvenes; me inspiran tanto como en el mundo pasado. Hoy estuve escuchando un disco en vivo de Haley Fohr, una joven cantante. que graba con el nombre de Circuit des Yeux. Disfruté mucho escuchar su ambición y su habilidad de tomar riesgos para buscar nuevos sonidos. Verdaderamente inspirador.

Has compartido gran parte de tu vida con Naomi. ¿Cómo han logrado trabajar juntos por tanto tiempo de forma que la creatividad siga fluyendo?

Nunca presumiré de dar un consejo romántico. Funciona para nosotros muy bien, pero creo que no sabemos exactamente los motivos. Nos movemos todo el tiempo así que cambiamos juntos durante los años. ¿Tal vez ese sea el consejo?

¿Cuál fue su reciente experiencia en la Feria del libro de Los Ángeles?

¡Me sorprendió que tan grande es! Muchas publicaciones interesantes y mucha gente interesante viendo libros. “¿Se han convertido los libros en algo chic?, me preguntó Naomi. Fue una enorme sorpresa ver a tanta gente buscando entre títulos oscuros de arte. Pero también hemos notado que las librerías cercanas a nuestra casa están más vivas que antes. Tal vez los libros ofrezcan una contraexperiencia a nuestras vidas online tan buena que la gente está volviendo a ellos. Eso espero. En Ways of Hearing, cuento mi visita a City Lights la gran librería de San Francisco justamente porque se trata de una experiencia antidigital. Elaine Katzenberger, editora de esa librería, ofrece una serie increíble de afirmaciones al respecto en el libro, en el episodio titulado “Poder”. Realmente creo que el poder para combatir a estas fuerzas yace en simples gestos como el de entrar a una librería.

La Ciudad de México sufre de un grave problema de contaminación ambiental. Imágenes de cielos grises donde apenas logra apreciarse la figura de edificios que se encuentran a unos metros inundan las noticias, pero pocas veces se habla de la contaminación auditiva. ¿Cómo afecta el ruido a nuestras vidas? ¿Consideras que la presencia del ruido en nuestro entorno ha sido históricamente ignorada?

El ruido forma parte de vivir juntos en las ciudades, pero la tecnología que usamos hoy para protegernos de él es individual mas que colectiva. Cada uno de nosotros nos ponemos audífonos y nadie se ocupa de los problemas urbanos que sufrimos como comunidad: tráfico vehicular, transporte público sobresaturado, motores trabajando en exceso por doquier… Estos son problemas urbanos que requieren soluciones colectivas, pero ¿quién trabajará con ello si cada uno de nosotros nos distanciamos de la realidad caminando con burbujas tecnológicas? La cuestión del ruido urbano tiene una larga historia: En Ways of Hearing hablo con la historiadora Emily Thompson de lo ruidosa que era Nueva York en los los años veinte, cuando los motores comenzaron a inundar al paisaje urbano, pero nuestra solución al presente parece ser un tipo de retirada más que un compromiso profundo.

Portada de la revista La Tempestad 147. Publicada en Julio 2019. México.
Portada de la revista La Tempestad 147.

Entrevista originalmente incluída en la revista La Tempestad no. 147. Julio 2019. Ciudad de México.

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